Como en el resto de los negocios, la reapertura después de los meses de cierre por la pandemia estuvo repleta de nervios e incertidumbre. Sin embargo, la reacción de la gente ha demostrado sus ganas de seguir adelante y volver a hacerse tatuajes.
Una de las alegrías que ha traído esta nueva etapa ha sido la reacción de los antiguos clientes. Muchos de ellos se han puesto en contacto para que vuelva a tatuarlos. En ocasiones, su intención era cambiar algunos de sus antiguos tatuajes por otros que reflejen estos nuevos aires.
La razón principal para querer transformar un tatuaje es el tiempo. Cuando se realizó posiblemente tenía un simbolismo especial, pero los gustos, las ideas y las circunstancias personales evolucionan con los años y, sin duda, no ha habido episodio que haya representado un cambio mayor que la pandemia.
En esos casos, el tatuaje que se llevó con orgullo durante años puede perder su significado y con el cover-up la persona tiene la opción de adaptarlo a sus gustos actuales. En mi caso, los cover-ups forman parte de mis trabajos favoritos, ya que unen la creación de arte con el reto de cubrir el tatuaje anterior.
Este ha sido el caso de Chema, un antiguo cliente a quien tatué un ángel en su espalda hace más de 10 años. En esos momentos, quedó muy satisfecho con su tatuaje, pero el tiempo ha hecho que quiera cambiarlo por una figura que, ahora mismo, represente más para él.
Después de conversar y analizar varias posibilidades, la decisión fue hacer un cover-up y convertir el ángel en el rey de la selva, en un león.
El hecho de realizar un cover de mi propio tatuaje me parece un trabajo muy interesante. El tiempo no solo pasa para nuestros clientes, sino que los profesionales también vamos evolucionando, tanto personalmente como en nuestras técnicas y estilos. Además, que el cliente vuelva a confiar en mi para hacer el cover no deja de ser una muestra de confianza y hace que me siente orgullosa y halagada.
Es fundamental que el cliente participe en la creación del nuevo diseño y que se barajen varias ideas hasta que esté totalmente satisfecho. Después, realizamos varias pruebas en la zona a tatuar para estar seguro de que el nuevo motivo se ajustaba a la perfección al anterior.
El trabajo duró varios días y el resultado final fue la trasformación de una figura de un ángel en un fantástico león que ha encantado a mi cliente.